martes, 30 de mayo de 2017

VIDAS VIRTUALES

Gente corriente en un restaurante corriente. Horas muertas esperando que pasen. Olvidando que todo aquello que poseemos es sólo aquello que nos podemos permitir. Pero siempre existe algo que nos hace recordar por qué estamos aquí.

Y nos sentamos alrededor de una mesa vacía. Cuatro sillas. Cuatro platos. Cuatro vasos. Cuatro cubiertos...La carta. Y se corta el silencio. Dicen que este momento une personas y ata lazos familiares...No. Todos pendientes del menú.

Un camarero taciturno se acerca y toma nota. Ahora, ahora nos movemos con la intención de hablar mientras esperamos. Error...tomamos a nuestros móviles en las manos y acariciamos sus teclas, mostrando a nuestros amigos virtuales donde y con quien nos encontramos. A los demás, a los verdaderos, les whasapeamos...que mola más!!!

Dónde quedan las palabras? escondidas. Dónde las risas compartidas? Dónde las miradas?


En las retinas quemadas por las pantallas que muestran las mentiras que nos gustan y ocultan las verdades que nos duelen. Las almas se digitalizan y viajan por las redes sociales en busca de nuestros corazones que ya no laten juntos compartiendo una mesa pero que conectan en esas pantallas brillantes de nuestros móviles.

Sobran las palabras, faltan las miradas, se enfrían los sentimientos. Duele ese vacío de las almas...Y en cada gesto que nuestros dedos hacen en el teclado, dejamos morir las ilusiones...Somos esclavos de la tecnología, de una nueva época. 

Atrás quedaron los sentimientos y el roce de la piel, llegan las imágenes codificadas y la insensibilidad del alma. 

Ansiamos más los abrazos virtuales y las falsas amistades virtuales. Los besos de los emoticonos y los suspiros imaginarios de una noche en vela.

Llega el primer plato. Por fin, levantamos la vista y dejamos que un instante de armonía familiar se instale en nuestro círculo. Rota, de repente, por el gesto malhumorado del adolescente acompañado de un bufido que denota hastío y aburrimiento. Ella, la princesa, la niña que ya se cree mujer, intenta inútilmente tragarse la sopa que odia. Una madre acalorada quiere mantener el orden. Un padre hace oídos sordos a la escena...sólo quiere desconectar.

Y así sucesivamente. Plato tras plato. Ni el postre saboreamos en armonía. Fríos o calientes, disimulamos los sentimientos en ese comedor repleto.

Los antaño ruidos de voces se convierten ahora en estridentes sonidos de niños preguntando por su móvil de última generación. 

Me río contemplando la escena de un padre que mientras su mujer intenta mantener a raya a sus dos rebeldes hijos, él, furtivamente, se afana en contestar a sus contactos femeninos de Badoo...

La tecnología avanza y nosotros morimos con ella, sin darnos cuenta...

Stella y Paracelsus (30-05-2017)






lunes, 29 de mayo de 2017

LA HISTORIA

Había una vez...No. Así empiezan los cuentos. Y hoy no quiero escribir ningún cuento. Mejor me invento una historia. A veces las historias pueden ser reales, pero algunas son tan falsas como el mejor cuento que hayas escuchado de niño.


Y ¿cómo la empiezo? Me faltan palabras y la inspiración hoy no está al cien por cien. Las teclas de mi ordenador no responden y mi cerebro debe estar deambulando por el espacio. Mis neuronas, si es que aún siguen vivas, están en plan relax total...Será que el nivel de felicidad está en su umbral más alto y por eso piensan (las neuronas piensan?) que no son necesarios sus servicios en estos momentos.


Me desespero y quiero enfadarme.  Y ni eso puedo hacer. Está visto que hoy no es el día para escribir historias, al menos tristes. Una carcajada acaba de salir de mi garganta. Parece que todo mi cuerpo está alegre....Casi pienso en que debería irme a bailar.

Pero sigo insistiendo en desgranar una historia. Lucha inútil y fracaso anunciado. No hay manera. La orden es: fiesta y alegría. ¿Quién puede escribir así?.

Miro hacia la ventana, hace un día genial, no llueve y el sol calienta tímidamente la estancia. Invita a pasear, a contemplar las calles, a buscar un rincón y sentarse debajo de un árbol a la sombra. ¿ Y si me dejo llevar?...


Decididamente, la historia triste tendrá que esperar...

Mina (1-11-2015)















viernes, 26 de mayo de 2017

Y SE ALZARA MI VOZ

Sólo necesito un pequeño
pasito más y
podré comprobar como
la losa cae por fin y
cierra tu tumba en
el camposanto de mi memoria.
Y se alzará mi voz y
cantará alto y claro
teniendo la certeza y
la seguridad total de
que los caminos y
los senderos angostos
del pasado no volverán.
Y no llevaré jamás
flores a tu tumba para
no despertar tu sueño,
para que el olvido sea
la única flor que crezca
cerca de ti....

Mina...(26-05-2013)

miércoles, 24 de mayo de 2017

SOMBRAS Y LUCES

Simplemente caminé, con mis pensamientos como única compañía y con los ojos puestos en un atardecer que se prometía hermoso. Mis pasos, firmes, sin apartarse ni un ápice del sendero que había aparecido,casualmente, en la ruta que me había marcado hoy. Silencio armonioso, rodeado de pájaros callados y árboles frondosos. Los rayos del sol colándose entre los ramajes, formando sombras...inventando luces.

Nada más auténtico que el sincero murmullo de la Naturaleza. Nada se puede comparar al bálsamo que supone para un cuerpo cansado y para un alma inquieta. Te dejas llevar y así descubres las mínimas bellezas que a simple vista, no se te ofrecen. Una hoja, que ya vieja y amarilla por el tiempo, cae y hace un pequeño ruido. ¿Crees que no puedes oírlo? En medio del silencio, sí...Un pájaro que, levemente, se posa en una alta rama, para pasar la cercana noche...¿Crees que no puedes oírlo? En medio del silencio, sí...

Y es justo en ese silencio, cuando percibes los mejores sonidos. Aquellos que entre el tumulto de la gente y el bullicio de las calles no eres capaz de escuchar.

Mi mente se calma, y mis oídos atentos captan cada nota que me ofrece ese paisaje de penumbras y cortinas de luz. La sensación de paz es enorme. Y no quiero volver...

No quiero regresar a los sonidos estridentes, no quiero estar anclada en las miserias de unas voces que me alteran. Quiero vivir y continuar mi camino en paz...

Y decido quedarme, formar parte de este lugar al que acabo de llegar. Donde los atardeceres y  los amaneceres se llenan de luces y sombras, donde el día se vuelve melodías, donde siempre hay un motivo para sonreír, donde no hay distancias, normas ni pautas.

 Donde, por fin, seré feliz...

Mina 22-04-2016



viernes, 19 de mayo de 2017

LUCRECIA


Aquella mañana tenía algo de especial. Llovía intensamente y el frío traspasaba incluso los muros de la gran casa de campo. Ni la chimenea encendida era capaz de apartar los temblores que producían las bajas temperaturas. Una niebla espesa que se anidaba en los cuerpos de la familia y en sus almas...
Ese día quedaría marcado para siempre en sus mentes. La adversidad y la muerte habían decidido visitarles juntas, una vez más.
La noche anterior todo parecía normal. Reunidos en el salón conversaban y sonreían, aunque esto sucedía pocas veces. A la luz de la lámpara se podía decir que eran felices. Pero algo flotaba en la estancia. La pena embargaba uno de los corazones. La más pequeña, la que nunca decía nada, aquella que siempre estaba dispuesta a ayudar en silencio...Lucrecia...
Una joven que nacida ya cuando nadie la esperaba, llevaba una vida sobria, adaptándose a lo que venía, sin hacer preguntas, y teniendo la voluntad férrea de que nada ni nadie la pararía en sus aspiraciones. El silencio, a veces, es el mejor compañero. Y ella, se sentía muy sola, pero eso no era un problema, muy al contrario, era su mejor aliado.
Su meta era ser abogada. Le gustaba ser, en silencio, abogada del diablo. Esta gente que siempre quiere estar, que siempre quiere intentar ayudar a lo que es imposible, a todo aquél que realmente no quiere ni se deja ayudar.
Y pasó lo que tenía que pasar. Lucrecia se enamoró. Nadie sabe como, ya que sus salidas de la mansión eran muy escasas. Pero suponen que un día le conoció en la biblioteca y ese fue el principio de su final.
No acostumbrada a adulaciones, fue presa fácil para alguien acostumbrado a prodigarlas. Palabras bonitas que la hicieron romper la cáscara de la prudencia y la desconfianza. Por primera vez, sintió que ya no quería estar sola. Se sintió amada y amó. Nunca había imaginado que se pudiese amar así. Y cometió un error...Le confesó sus sentimientos. Le dejó ver cuanto lo amaba y cuanto deseaba estar con él. Y la historia, cambió.
Ya nada fue igual. Desaparecieron las palabras bonitas, las adulaciones, los momentos. Lucrecia quería pensar que sólo eran imaginaciones suyas. Que el sentimiento era mutuo y que debería luchar por lo que tanto anhelaba. Pero día a día, la distancia era mayor y las mentiras y las excusas más evidentes. Y no pudo más...
Aquella mañana, despertó convencida de que ya no había vuelta atrás. De que luchar por un imposible, es una lucha perdida de antemano. La pregunta era: Cómo olvidar?...Demasiado tarde...ya no le quedaba nada, cuando lo había dado todo.
Lentamente, bajó de su cama. Su almohada aún presentaba signos de las lágrimas de esa noche. Abrió la ventana y vestida sólo con su camisa de dormir, se lanzó al vacío. Quizás con la única intención de que en ese vuelo encontraría por fin la paz.
Nadie supo jamás el motivo de su suicidio. Sólo él...
Mina 16-01-2016

miércoles, 17 de mayo de 2017

NOITE DE AGOSTO

E aquela noite de Agosto decideu cambiar o seu rumbo. Mirou o ceo estrelado e coa presencia dunha fermosa lúa chea. Pasou pola súa mente o recordo , casi nítido, das súas ilusións. Pensou que xa era hora de poñer as tildes no seu lugar e as comas e os puntos nas longas frases da súa vida.
Errante, aventureira, de carácter libre e decidido...dónde estaba agora? Guerreira, rebelde, protestona e, máis veces do que ela quixera, casi odiada pola súa forma de ser...non se recoñecía!!!
Sóo fixeron falta uns meses para que toda a súa fortaleza se desfixera nun maremoto de indecisión e de cobardía. O medo apropiouse de tal maneira do seu cerebro, que non era quen de saír dese círculo vicioso, e, cando o intentaba, daba voltas coma un can ferido regresando sempre ao punto de partida. Tiña momentos de lucidez, nos que a rabia traspasaba inútilmente a barreira da súa fraxilidade. Pero eran tan efímeros, que tal como viñan, desaparecían.
Deixouse ir, como folla levada polo vento, sabe deus donde. Chegou a un lugar sin retorno con dúas posibles saídas: unha, moi cómoda, quedarse plácidamente durmida, esperando que pasase a tormenta; outra, desafiante, seguir camiñando atá encontrarse de novo...volver a ser ela...
E a lúa, fermosa, chea, a miraba dende o máis alto do firmamento. Ti podes, lle dixo, co seu sorriso. Cómo a entendía a lúa!!!
Aquela noite de Agosto alcanzou, por fin, a coraxe de volver...
Mina (20-08-2016)

martes, 16 de mayo de 2017

DESEOS CUMPLIDOS


  Julia caminaba hacia su casa, despacio, sin prisas, con ese andar desgarbado que confundía a propios y a extraños. Sus pasos lentos contrastaban con las largas zancadas de los demás viandantes. Gentes anónimas que se tomaban la vida sin un triste respiro. Pensaba en su padre, regañándole siempre por su forma de ser, personaje inconforme con aquella criatura que él mismo construyó. Pensaba en su madre, eterna luchadora y amiga incondicional, una mujer que consideraba que haberla parido era su mejor obra.
 Ajena a las miradas que inevitablemente se posaban en ella, sus pensamientos iban y venían. Había tenido un mal día. En su instituto nuevo no era capaz de encajar. Los profesores pretendian enseñarle lo que ella ya sabía hacía mucho tiempo. Los compañeros no aceptaban a aquella chica, a la que llamaban "rara"...¿qué sabrían ellos de rarezas?. En su nueva casa, se sentía extraña. Y para colmo, se había dejado casi todos sus recuerdos en la otra ciudad.

 Era un suplicio diario, pero no estaba dispuesta a cambiar. Si no la aceptaban, seguiría sola y descubriría por sí misma los rincones que,  estaba segura, guardaba aquel lugar. No todo podían ser prisas, tráfico agobiante ni personas taciturnas. Tenía que existir algo que hiciera acogedora aquella urbe tan deprimente. Por eso caminaba despacio, para no perder la oportunidad de fijarse en algún detalle que la hiciese encontrar un mundo diferente entre tanta miseria emocional...

 Un cruce de calles, un semáforo en rojo, coches circulando a gran velocidad. Parada en la acera, su mirada recorrió la avenida con detenimiento. Grandes tiendas, la mayor parte de lujo...cuando ya iba a cruzar, sus ojos repararon en un local pequeñito. Raro!! No lo había visto antes. Con decisión, se acercó para verlo de cerca. Tenía dos pequeños escaparates y un letrero encima de la puerta con el rimbombante nombre de "Cumple tus deseos". Como único reclamo aparecían dos figuras de gnomo que, sonrientes y guiñándole un ojo, la invitaron a entrar.

 Al traspasar la puerta vió una estancia pequeña, con un mostrador ocupado por un personaje que no sabría definir. Pequeño de estatura, delgado y ensimismado en la lectura de un enorme libro. Se quedó mirándolo, por primera vez no sabía que hacer...algo le empujaba a quedarse pero al mismo tiempo, algo le decía vete!!!. Curiosa desde su nacimiento, se acercó. El hombre, joven, levantó la vista y le preguntó qué deseaba. No supo que contestar. Volvió a preguntarselo y balbuceando le dijo que buscaba un lugar diferente, algo que la hiciese amarlo y donde se encontrase a gusto consigo misma. El dependiente comenzó a pasar las hojas del libro y le mostró una imagen. La sóla vista de la misma la llenó de paz. Un paisaje con una pequeña casita, árboles, un lago y una barca. 

 Estás segura de que ésto es lo que deseas?- le dijo. Ante su asentimiento, cogió su mano y la puso encima de la fotografía. Fue como si su cuerpo volara...la sensación de que se estaba elevando del suelo y de que se estaba metiendo dentro del libro parecía real. No era posible, o sí? Cerró los ojos para intentar recuperar la serenidad y...cuando los volvió a abrir, la tienda había desaparecido, la avenida no estaba, la ciudad se había esfumado. 

 A su alrededor, árboles, un lago, una barca y una pequeña casita...Julia sintió que había vuelto a nacer, que aquel era su lugar, que su deseo se había cumplido y que sólo allí podría ser feliz...

Mina (13-05-2014)

domingo, 7 de mayo de 2017

SIENTES?

Sientes?
Mi mano en tu mano,
mi aliento en tu aliento,
mi boca en tu boca,
mi beso en tu beso.
Sientes?
Mi cuerpo en tu cuerpo,
mi alma en tu alma.
El viento...
Ese último suspiro
que siento cercano.
Ese rubor que cubre
tus mejillas.
Ese dolor oculto
que ya no puedes callar
Sientes?
La soledad, mi soledad.
Tu soledad.
Soledades.
Mi beso, mi aliento,
mi cuerpo, mi mano,
el viento...

Mina (07-05-2015)

sábado, 6 de mayo de 2017

OLVIDO



En el silencio de la noche,
escucho de repente una canción
y eso me lleva a recordarte.
Fría tumba en el camposanto,
losa que con su peso cerró
para siempre y con fuerza las
horas que pasamos junto al cedro
en el monte del olvido.
Pocas palabras escritas
en el epitafio del blanco mármol.
No hace falta hablar ni dejar
mensajes de ternura ni flores
que el sol marchita sin llegar
a oler sus fragancias...
La tierra llega para cubrirte
y al mismo tiempo olvidarte.
Mi mano se acerca temblando
y un gesto de mi muñeca hace
que la canción que sonaba
se pare y al mismo tiempo se vaya
de mi mente tu fantasma...

Mina (06-05-2014)

miércoles, 3 de mayo de 2017

MELODIAS CREADAS EN LA NOCHE



Semillas de notas musicales
que me transmiten sensaciones.
y que al sembrarlas en mis oídos
calman mi alma herida.
Crece la planta de las melodías
y van componiendo un mosaico,
van diluyendo la tristeza
y dan paso a la plenitud
y al orgasmo de los sentidos.
Y le pongo letra a la sintonía
e imágenes a mis pensamientos;
y la ternura y el amor que
produce en mi cuerpo, en la
última célula de mi cerebro,
consigue aplacar mis penas
y llenarme de quietud.
Una canción suena ya y
apenas comienza la noche,
sé que estarás a mi lado
enraizado en las ondas que
poco a poco levantan la
pasión de las horas muertas...

Mina (2-05-2014)


lunes, 1 de mayo de 2017

PENSAMIENTOS



Pensar, pensar,
es que no pienso.
Sólo medito lo extraño
que resulta en estos días,
no ver tus ojos oscuros
llenar de luz mi vida.
Dormir, dormir,
es que no duermo.
Sólo adormezco mi cuerpo
para que mediante los sueños
haga que toques mis manos
y me cubras con tus besos.
Vivir, vivir,
es que no vivo.
Sólo paseo en recuerdos
para que nunca te olvide,
para que siempre me tengas...

Mina (1-05-2014)