viernes, 25 de noviembre de 2016

Día Internacional contra la Violencia de Género

Ella se sentó a esperarlo. Como cada día, como cada noche. La cena fría, la mesa puesta, el hambre corroyéndole las entrañas, los niños acostados, ya durmiendo...No podía llamarlo, no podía salir a buscarlo. Aún recordaba la última bofetada por esa acción descarada. Llegar al local de copas, con la sonrisa forzada, y recibir a cambio una mirada de odio (¿cómo te atreves a venir, a dejarme mal ante mis colegas?) que sólo ella entendía y unas falsas palabras..."Hola, has venido, por fin. Amigos, tengo que irme. Nos vemos". Y, al instante de oírlas, saber lo que le esperaba en casa...
Tantos años y todo seguía igual...O peor. Por qué no fue capaz de ver las señales? Palabrería barata, que la encandiló y no le permitió ver la realidad. Qué ciego es el amor!!!
Escuchó la llave en la puerta, se puso tensa y ensayó un gesto de cordialidad...En vano, porque llegaba borracho, como siempre...una mancha de carmín en la camisa...y la inegable certeza de que, una vez más, había ido allí...
¿Un buenas noches, cariño? No...Sólo se sentó a la mesa y ella le puso la cena. Está fría, qué es esto, con el dinero que te doy podías cocinar algo mejor, ya no sirves para nada, estás acabada...y un manotazo y el plato sale volando. Gritos, insultos y ella continúa callada. Se da la vuelta y se va.
Porque ella, hoy, tiene un secreto...Hoy tiene la fuerza necesaria para decir adiós. Hoy ha tomado las riendas de su vida. Lentamente, despierta a sus niños, coge las maletas hechas desde primeras horas de la tarde y hace una llamada. Cinco minutos y suena el timbre. El sonido de su libertad...
Mientras, en la cocina, sólo queda el rostro airado de un hombre que no supo entender que en el Amor no hay posesión ni sumisión, hay respeto y comprensión...


Mina ,25 de Noviembre de 2016. Día Internacional contra la Violencia de Género.